

Algunos gestos habituales en nuestro estilo de conducción nos llevan a gastar más en combustible. Apunta estos sencillos trucos y verás cómo se reducen tus gastos a final de mes:
Además de aumentar tu seguridad, tener tu coche en perfecto estado te ayudará a gastar menos combustible ya que el estado de los filtros o las ruedas, afectan directamente a tu gasto. Además, revisar periódicamente el estado de nuestro vehículo nos puede llevar a evitar grandes averías que sin duda supondrán un gasto mayor.
Mantén siempre una velocidad controlada y estable, sin excesivos aumentos de velocidad.
El exceso de peso hace que nuestro consumo de combustible aumente.
Ni acelerones ni frenazos bruscos ni revolucionar el motor en exceso. Además de afectar al tiempo de vida del motor, los acelerones o frenazos hacen que gastemos más gasolina.
El consumo de un vehículo parado puede llegar a alcanzar los dos litros a la hora. Si te acostumbras a parar el motor en atascos o esperas largas, tu bolsillo lo agradecerá.
No enciendas la calefacción o el aire acondicionado nada más arrancar, si lo haces 5 minutos después, ahorrarás energía.
Cuanto más aire haya en el depósito, más rápida es la evaporación del combustible, por lo que gastas más.
Ya sabes que no todas las estaciones tienen los mismos precios pero lo que no sabes es que repostar entre semana puede salirte más barato que en los fines de semana.
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