Mañana comienza el otoño, una estación de muchas sensaciones y de nuevos comienzos. De ganas de hacer cosas diferentes y de nuevos propósitos.
Comer más sano, ir al gimnasio, dormir las 8 horas reglamentarias… Son nobles proyectos, pero que en muchas ocasiones acaban en el olvido. Precisamente por eso, conviene empezar con pequeños detalles, sencillos de llevar a cabo, y cuyos beneficios están ampliamente demostrados. Ahora ya no tenemos excusa ninguna. Hagamos nuestra «vuelta al cole» más feliz y saludable:
Pasea
Según la OMS, debemos dedicar unos 150 minutos a la semana a hacer una actividad física moderada o 75 minutos si se trata de una práctica vigorosa. Uno de los ejercicios más fáciles y baratos que existen es caminar, algo que tiene un efecto positivo sobre las enfermedades cardiovasculares, las respiratorias y el cáncer. Y no solo eso, pasear aumenta la creatividad y se puede convertir, ya que así lo ha sido para numerosos pensadores y filósofos a lo largo de la historia, en una muy buena técnica para pensar.
Relaciónate más y mejor
Las relaciones sociales de calidad nos ayudan a vivir, no solo mejor, sino más. Así lo muestra un estudio llevado a cabo durante más de siete décadas por investigadores de Harvard que concluyó que unos buenos lazos afectivos protegen tanto nuestra salud física como mental y que la soledad puede ser tan peligrosa como el tabaco o el alcohol. No es la única investigación al respecto y los beneficios de tener unas buenas relaciones personales no solo se refieren a poseer una buena autoestima o unas menores tasas de ansiedad o de estrés. También se refieren a que ayudan a proteger el sistema inmunológico y contra las enfermedades cardíacas.
Apaga las pantallas
Medio año, 167 días, ese es el tiempo que los españoles pasamos delante de las pantallas. Además, un 65% se pone frente a dispositivos electrónicos nada más levantarse y un 63% justo antes de cerrar los ojos por la noche. Estos comportamientos no solo conllevan una importante fatiga ocular sino que además afectan directamente al sueño. Una buena alternativa, si nos cuesta conciliar el sueño, es un buen libro y luz indirecta.
Bebe más agua y hazlo de manera continua
No se trata solo de la cantidad de agua que debemos beber al día, sino también de evitar en la medida de lo posible los refrescos o los zumos -debido a su altísima cantidad de azúcar- así como el alcohol. Lo mejor es evitar llegar a tener sed ya que eso significaría que ya hemos perdido un 1% del peso corporal en agua y ese nivel de deshidratación ya afecta a nuestro rendimiento tanto físico como cognitivo así como al estado de ánimo. Eso sí, no se trata de darse un atracón de agua, lo mejor es ir bebiendo de forma continuada –unos 330 ml cada dos horas-.
Mímate y dedícate tiempo
Cuidarnos a nosotros mismos puede tener muchos significados, desde mimarnos con una sesión de belleza para sentirnos estupendos, disfrutar con un buen libro o dedicarnos un buen tratamiento de relajación. En definitiva, invertir tiempo en nosotros mismos. Los expertos recomiendan dedicar, como mínimo, 30 minutos al día para nosotros mismos, sin obligaciones ni presiones. Esto ayudará a nuestra autoestima, reducirá el estrés y calmará la ansiedad.
Y, por supuesto, no te olvides de sonreír.
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