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Cómo prevenir el contagio de la gripe

Con la llegada del frío y los cambios de temperatura en las estaciones de otoño e invierno se eleva el riesgo de contagio de la gripe, sobre todo en aquellas personas más vulnerables, como los niños menores de 5 años, las personas mayores de 60 o los pacientes inmunodeprimidos. Los contagios por esta enfermedad hacen que se incremente la tasa de hospitalización, la mortalidad y la demanda en recursos de salud durante esta época del año. Aunque la vacunación es la mejor forma de prevención ante esta enfermedad, conviene conocer una serie de sencillas pautas que tienen que ver con aspectos del día a día. Os recomendamos una serie de hábitos relacionados con la higiene, la alimentación y el deporte  que pueden ayudar a reducir el riesgo de contagio. 

1. Mantener una buena higiene

El virus de la gripe se transmite a través de las gotitas de saliva que se emiten al hablar, toser o estornudar y que sirven de transporte para los microorganismos que se encuentran en las vías respiratorias; la gripe no es resistente a productos como el jabón, por lo que lavarse las manos frecuentemente, sobre todo si se ha estado en contacto con una persona infectada, disminuye el riesgo de contagio.

2. Utilizar pañuelos desechables

También ayuda a prevenir el contagio de la gripe. Si no se tienen a mano pañuelos, no es conveniente taparse durante un estornudo con la mano, ya que son las extremidades que se utilizan para interactuar con los demás, por lo que es más conveniente taparse con el antebrazo.

3. Ventilar a menudo las habitaciones

Es conveniente procurar mantener higienizado el ambiente, llevando a cabo hábitos como ventilar a menudo las habitaciones con el objetivo de renovar el aire.

4. Alimentarse bien

El contagio de la gripe depende en gran medida de la fortaleza del sistema inmunológico. Una buena alimentación es clave para reforzar las defensas ante amenazas víricas y bacterianas. Consumir alimentos ricos en vitaminas A y C, como naranjas, limones, limas y verduras de hoja verde oscura, ayudará a reforzar el sistema inmunológico. Además, una dieta equilibrada, como la mediterránea, es una fuente importante de vitaminas y minerales, que aportan la energía necesaria para paliar cualquier enfermedad.

5. Hacer ejercicio

La práctica habitual de ejercicio también ayuda a reforzar el sistema inmunitario, ya que el deporte incrementa los sistemas de adaptación del organismo al esfuerzo y uno de ellos es el aumento de las defensas. Es muy importante descansar entre las sesiones de ejercicio y no forzar el organismo cuando ya se tiene gripe, es decir, no es lo mismo practicar deporte como forma de prevención ante contagios que intentar curarse con ejercicio. Tan importante como practicar deporte es descansar. A este respecto, los expertos recomiendan a las personas adultas dormir una media de 7-8 horas cada día.

6. Evitar los cambios bruscos de temperatura

Es muy importante abrigarse bien para paliar estos cambios. También se debe evitar la ropa de abrigo en interiores, pues cuando se vuelve a salir al exterior, el sudor y el frío son la combinación perfecta para contagiarse de la gripe. Esto responde a que durante el otoño y el invierno se reduce la motilidad ciliar, un tipo de defensas que hay en las células que hacen un barrido del moco, por lo que aumenta la adherencia y la invasión bacteriana en el mismo.

7. Evitar el consumo de tabaco y alcohol

Además de ser perjudiciales para la salud, estas sustancias debilitan el sistema inmunológico y bajan las defensas, por lo que el organismo es más vulnerable ante enfermedades como la gripe si se ingiere alcohol o tabaco.

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