La Gran Vía de Madrid se queda con un carril por sentido
Durante las fiestas, los particulares sólo podrán pasar a los ochos aparcamientos públicos según determine la Policía Municipal. Incluye novedades como la ampliación de pasos de cebra y la incorporación de vallado de hormigón. La medida será permanente después de Navidad.
A partir del próximo 1 de diciembre, la Gran Vía madrileña estará lista para la Navidad. Incorporará dos carriles a la zona peatonal, ganando 5.400 metros cuadrados de aceras.
Se reducirán los carriles destinados a los vehículos privados y bicis de dos a uno por sentido, mientras que otro quedará reservado para el transporte público. Un nuevo vallado de hormigón protegerá la zona peatonal, mientras que se limitará el paso de camiones.
La gran apuesta del Ayuntamiento será, no obstante, mantener el número de carriles reducido después de las fiestas. A partir de junio, solo podrán circular residentes y servicios, siendo este el primer paso para para prepararse para el “Área Central Cero Emisiones”.
Las restricciones al tráfico previstas para la etapa navideña se aplicarán de manera escalonada, tal y como ocurrió en las pasadas pascuas. El calendario municipal contempla prohibiciones a la circulación privada desde el día 1 hasta el 3 de diciembre; del 5 al 10 de diciembre; del 15 al 17 y el periodo incluido del 22 de diciembre al 7 de enero. Durante esos días, la velocidad en la arteria de Centro se reducirá a 30 kilómetros por hora y el acceso a la Gran Vía se permitirá solo a los residentes, los taxis, vehículos VTC, motos, vehículos privados con distintivo «cero emisiones», coches que accedan a los hoteles de la zona y los que quieran aparcar en alguno de los estacionamientos del centro. Los no residentes, a menos que tengan un permiso especial, no podrán circular por la vía. La Policía Municipal y Agentes de Movilidad controlarán los accesos.
La segunda Navidad con Gran Vía restringida
El año pasado el Ayuntamiento de Madrid ya probó unas medidas similares en Gran Vía. La gran diferencia residirá este año en el vallado, que será “más consistente”. Y es que se van a colocar bloques de hormigón a lo largo de 1.500 metros. Cada uno de estos bloques tendrá un peso de entre 700 y 800 kg y podrán estar, además, adornados con plantas, para darles un aspecto más estético.
Este vallado, no obstante, no se retirará al finalizar la Navidad. No así, el Ayuntamiento planea dejarlo en Gran Vía tanto en las fiestas navideñas como durante las obras posteriores. A medida que la calle vaya estando remodelada, se irán retirando.
Desde el 1 de diciembre los peatones ganarán espacio a la actual calzada con un carril de circulación por sentido. El resto de carriles, tal y como ya ocurrió el año pasado, estarán limitados a 30 km/hr. Además, se mantendrá el carril bus-taxi-moto, siendo el otro carril para el resto de vehículos a motor y bicicletas.
Las excepciones
Tras la prueba del año pasado limitando la circulación a la Gran Vía en Navidad, el Ayuntamiento ha establecido algunas excepciones a las limitaciones. ASí, los autobuses de la AMT, los vehículos de personas con movilidad reducida, los taxis, los vehículos de carga y descarga o los residentes podrán acceder a la zona, entre otros.
En cuanto a la carga y descarga, sólo podrá tener lugar entre las 23 y las 11 horas en la Gran Vía. En el resto de calles se establecerá un régimen similar al de las APR, con horario entre las 8 y las 15 horas para vehículos de gas natural comprimido, GLP, híbridos o con autorización cero emisiones del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), y entre las 8 y las 13 horas para el resto.